Emerita. Revista de Lingüística y Filología Clásica 92 (2)
ISSN-L: 0013-6662, eISSN: 1988-8384
https://doi.org/10.3989/emerita.2024.1352

Reseña de / Review of: Unceta Gómez, Luis; González Vázquez, Carmen; López Gregoris, Rosario y Martín Rodríguez, Antonio María (eds.), Amice benigneque honorem nostrum habes. Estudios lingüísticos en homenaje al profesor Benjamín García‐Hernández. Madrid: UAM Ediciones, 2021, 880 pp.

 

El presente volumen es, a la vez, un homenaje a una de las principales figuras de la lingüística latina de nuestro país, el catedrático emérito de la Universidad Autónoma de Madrid Benjamín García-Hernández, y una ingente recopilación de trabajos imprescindibles sobre las distintas ramas que abarcan el estudio de la lengua del Lacio. Y, lo que es aún más importante, tal como reza el título que eligieron sus discípulos-editores (Amice benigneque honorem nostrum habes), es una obra con una carga emotiva y de reconocimiento que trasciende las fronteras de lo intelectual y académico para convertirse en cincuenta y cinco cartas de amistad y agradecimiento por una vida de dedicación, generosidad y cariño a esta disciplina y a los que la cultivamos.

Estos rasgos —la calidad científica y la humana— recorren todo el libro desde la semblanza inicial, Una vocación y un destino (pp. 11-23), escrita por uno de los once «hijos» intelectuales del profesor, Antonio María Martín Rodríguez, que, con el cariño y la admiración de un verdadero amigo, revisa la vida y la carrera de su mentor contando anécdotas, mostrando fotos, haciendo confesiones y reconstruyendo diálogos. De todo ello aprendemos que el latín en la vida de García-Hernández se mezcla, como la propia lengua, con el campo y la religión, con la familia y los caminos.

También aprendemos de este primer capítulo que fueron dos los principales intereses del profesor salmantino en su quehacer investigador: el teatro plautino y la semántica léxica, núcleo de las once tesis doctorales que ha dirigido y de sus más de 250 trabajos publicados. Pero en estas dos áreas no agotó su curiosidad académica, sino que de ellas surgieron multitud de nuevos temas que se convirtieron en objeto de sus estudios, como la relación entre el teatro latino y la filosofía de Descartes o el léxico jurídico.

Probablemente es esta intensa actividad investigadora la que explica, en parte, lo abultado de este tomo, que cuenta con 877 páginas divididas en diez secciones (iii. Fonética y prosodia, iv. Procedimientos de creación léxica en latín, v. Preverbación, vi. Historia de palabras, vii. Léxico, viii. Toponimia, ix. Sintaxis, x. De la palabra al texto, xi. El latín a lo largo de los siglos y xii. Teoría lingüística y sus aplicaciones), con un total de cincuenta y cuatro contribuciones. De todas ellas, la sección dedicada a la sintaxis (pp. 471-633) es la más nutrida (once artículos), seguida del apartado de léxico (pp. 309-433), con ocho aportaciones, y las secciones de procedimientos de creación léxica (pp. 91-185) y de evolución del latín a lo largo de los siglos (pp. 707-795), ambos con seis contribuciones.

Cada uno de los estudios que forma parte de estos diez grandes apartados se caracteriza en general por la elevada calidad científica de sus contenidos y por su alta exigencia y exhaustividad. Sin embargo, precisamente por las propias dimensiones de la obra, se hace aquí imposible comentarlos todos individualmente. A pesar de esto, es importante señalar, a juicio de quien escribe estas líneas, el especial interés que reviste la sección dedicada a la sintaxis latina, porque, como se ha comentado, es la que más contribuciones presenta, y por la actualidad y calidad de las mismas. Se incluyen en ella los trabajos de Liana Tronci acerca de las traducciones latinas de las oraciones subordinadas introducidas por la conjunción griega ὅτι en textos bíblicos; de Anna Orlandini y Paolo Poccetti sobre la negación expletiva en diacronía desde el latín clásico —donde era prácticamente inexistente— hasta las lenguas romances —en las que es muy frecuente— y en el griego antiguo, y de Marie-Dominique Joffre, en la que diserta en torno al valor del acusativo con la función de Objeto propuesto por Guy Serbat. Andrea Nuti firma un trabajo en esta sección que tiene por objeto las dos construcciones posesivas prototípicas del latín: la transitiva con el verbo habeo X y la intransitiva con el caso dativo mihi est X, en las que el profesor García-Hernández había trabajado y de las que defiende que, a diferencia de lo que se propone generalmente en la bibliografía, la estructura transitiva no es necesariamente posterior a la del verbo sum. Friederich Heberlein, por su parte, estudia la modalidad en las estructuras de gerundivo y Colette Bodelot los distintos usos del compuesto interrogativo ecquis en la obra de Cicerón, donde, a diferencia del latín arcaico, presenta una importante proliferación y gran diversidad de empleos retóricos. La profesora Concepción Cabrillana explora la efectividad de las distintas pruebas formales presentes en la bibliografía para la distinción entre el uso predicativo y atributivo de los adjetivos en la lengua latina y propone nuevos criterios para la desambiguación entre ambos. Esperanza Torrego formula tres marcos predicativos para el verbo mando a partir de los ejemplos extraídos de la base de datos REGLA y José Miguel Baños las colocaciones verbo-nominales propias de la poesía latina, del tipo de proelia miscere, en diacronía. Theodor Georgescu analiza en el recetario atribuido a Apicio la incipiente tendencia —que posteriormente florecerá en el latín medieval y en las lenguas romances— a precisar el valor de los casos con la ayuda de preposiciones. Finalmente, el profesor Harm Pinkster, en su última colaboración, reflexiona en torno al orden de palabras de la lengua latina y expone que no existe ninguna razón para asumir que la disposición típica en latín clásico fuera SOV, de la misma manera que tampoco la hay para pensar que el orden en torno al año 400 era SVO. No obstante, considera que el análisis pragmático puede arrojar algo de luz a los factores que determinan este aspecto.

En suma, tanto los trabajos recogidos en el epígrafe de sintaxis como los del resto de secciones invitan a una reflexión profunda sobre aspectos muy variados de la lingüística latina desde una perspectiva bastante actualizada y de calidad. Y es que, este volumen es, sin ninguna duda, un digno homenaje a la figura de Benjamín García-Hernández.